Televisión... querida televisión

Televisión y audiencias
No solo vemos... Nos relacionamos
Antes de comenzar esta publicación, creo que debo dejar algo personal claro: he sido, soy y seré una fanática de la televisión. Me despierto con ella y no puedo conciliar el sueño sin haber visto un poco... sin importar si son buenos o malos contenidos. Me encanta ver películas y series, no soporto los comerciales ni los programas de farándula, solo veo noticias que siento que me informan o aportan (cada vez menos), no puedo ver telenovelas porque soy de las que se obsesionan con lo que ven y no pueden perderse ningún minuto... Desde niña la pantalla me atrajo y me acompañó (quizás por mi personalidad introvertida).


Habiendo dicho esto, factor clave para que sepan desde dónde escribo, viene la siguiente parte: soy muy crítica con respecto a lo que aparece en televisión. Tengo claro lo que me gusta y lo que no, rechazo aquellos contenidos que son demasiado superficiales, que alimentan estereotipos, invisibilizan problemáticas sociales importantes, que nos adormecen y que enfocan nuestras energías en eventos poco relevantes... Realizo un pacto ficticio con sus contenidos, pero estoy consciente que ella no dice "la verdad" (aunque lo intente o pretenda hacerlo).
Esta postura crítica ha sido alimentada y fortalecida con el pasar de los años por la profesión que decidí seguir: periodismo. Como no todos podemos ser periodistas, me he propuesto difundir a través de las herramientas y medios que tengo a mi disposición lo que sé sobre medios de comunicación y que siento que pueden ser un aporte para la sociedad en que vivimos... Para quien quiera  leerlos.
Luego de mucho ver, de mucho leer, de mucho analizar y estudiar, creo que hay ciertas ideas clave que debemos considerar si queremos educar para los medios... y que aquí comparto.

  1. Lo he dicho anteriormente y no me cansaré de decirlo: Independiente de nuestra opinión sobre los medios de comunicación, debemos aceptar que ellos existen y que se han transformado en instituciones socializadoras que están presentes en el desarrollo de niños, jóvenes y adultos.
  2. Ninguna persona se enfrenta a los medios de comunicación desnudo ni es completamente manipulable. Todos tenemos un bagaje cultural, experiencias previas, entorno social y familiar, opiniones personales que trascienden lo que vemos/escuchamos/leemos en los medios.
  3. Debemos fortalecer este "escudo" a través de la Educación para los Medios. Ella nos dará las herramientas necesarias no solo para criticar lo que vemos, sino que para lograr dirigir los medios hacia una sociedad consciente y democrática.
Para lograr este objetivo final y pensando en la televisión particularmente, también hay principios elementales que, según mi criterio, debemos considerar.

  1. La televisión no es solo un mueble: Ha conquistado un lugar muy importante en nuestros hogares. Entretiene, informa y educa, estando presente en gran parte de los hogares y convirtiéndose en una institución socializadora, como la familia, escuela o religión. Por eso, no podemos minimizar su rol ni seguir ignorando el impacto que puede tener en el desarrollo cognitivo y social de quienes interactúan con ella.
  2. Se pueden establecer un lazo afectivo-compensatorio con ella: Diferentes estudios han observado que la relación entre niños y televisión no es conductista ni pasiva. Los niños y adolescentes (y adultos también) establecen una relación con el aparato televisivo y sus contenidos que trascienden lo superficial. Muchas veces la televisión es una compañía, se puede transformar incluso en una "amiga", que sustituye a padres, hermanos o amigos en sus roles de educar, entretener o socializar.
  3. Si bien hay un sinnúmero de nuevas tecnologías y dispositivos que han aparecido en la vida de niños y jóvenes, la Televisión continúa siendo uno de los medios más presentes, sin importar estrato socioeconómico, cultura o religión. Es un medio de comunicación vigente establecido dentro de la sociedad.
Como verán, desde mi perspectiva mi "querida televisión" es un medio de comunicación con el que establecemos una relación compleja, que no podemos obviar ni continuar negando.

Para finalizar esta entrada, les invito a reflexionar sobre qué tipo de televisión queremos en nuestras sociedades. Si como ciudadanos logramos levantar esta discusión podremos ser agentes de cambio con respecto al rol y relación que establecemos con ella.

Como siempre, les invito a escribir sus comentarios sobre este tema.

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